10  putadas de las relaciones a distancia

Hoy, en la nave del misterio... "Relaciones a distancia, ¿mito o realidad?". Preguntaron por mi opinión a través de Ask y quería hacer una entrada recopilando las dos respuestas que di acerca de ellas. Relaciones a distancia. Quien más y quien menos ha oído hablar de ese extraño fenómeno paranormal y seguro que no soy la única que se pregunta muy a menudo si no son producto de una ilusión colectiva. ¿Existen realmente o son como ese tipo de personas a las que les gusta la pizza con piña? Es decir, la tropical está en el menú, alguien la tiene que pedir aunque todos nieguen haber probado semejante aberración. Sucede lo mismo con este tipo de relaciones amorosas. Existir existen, pero, ¿funcionan? La creencia popular es que están condenadas al fracaso.  Yo creo que, como en las pizzas, eso depende de las personas, sus preferencias, personalidad, etc. En cualquier caso, tanto si conoces a alguien inmerso en una relación como esta como si te estás planteando mantener una o, de hecho, ya lo haces, te sentirás bastante identificado con esta lista de 10 putadas por las que pasan este tipo de parejas:


1. La gente tiende a no tomarte en serio cuando dices que lo estáis logrando. Te preguntan muy a menudo "¿de verdad crees que funcionará?" y "¿pero vais en serio?" [...] No, sólo mantenemos una relación a cientos de kilómetros de distancia para acumular puntos de viaje en la tarjeta Travel Club. Vamos a por el juego de cazos.

2. No te das cuenta de lo triste que vas a estar hasta que tu pareja se va. Cuando estás con esa persona todo es tan natural, que tiendes a no aprovechar al máximo ese tiempo. Normalmente acabáis en el sofá o en la cama, en un parque, tomando una copa o dando un simple paseo a solas. Aunque muchos no lo crean, sois humanos, no personajes de película. Así que al volver SIEMPRE te arrepientes de no haberte comportado como en una novela de Nicholas Sparks, pese a que en realidad es lo normal.

3. ¿Cuarenta euros el autobús sólo de ida? ¿Ir en AVE? Creo que te confundes con Rockefeller. Joder, ¿por qué no hay un Blablacar justo el día que tengo libre? ¿Qué excusa le pongo a mis padres para ir esta vez? ¿YO NO TENÍA AHORRADOS CINCUENTA EUROS? Mamá, ¿me das el dinero que no tienes para pagarme la universidad? Es que me lo voy a gastar viendo a mi pareja. Que me vaya a la mierda, dices. Entiendo.


4. Ah, ¿Skype se ha vuelto a colgar? Genial. ¿Whatsapp tenía que hacer una copia de seguridad justo ahora? Qué bien que se vayan al garete los únicos medios que tenías para "hablar" con esa persona. Pero es que además el plan de llamadas de tu teléfono se basa en ir rajándote un poquito más por cada minuto que pasa. Y luego están esas otras veces en las que el router decide implosionar. O eres un desastre y pierdes/te roban el móvil, y tienes que esperar semanas hasta que reúnes dinero para comprar otro. Y TE LO COMPRAS CON DINERO QUE PUEDES GASTAR EN VER A ESA PERSONA, ERGO, ADIVINA.

5. El miedo a que te engañe. Esto es una moneda de doble cara, porque lo normal es que no se tenga. Si no confiaras en esa persona, no estarías con ella, ¿verdad? Y aun así te preguntan: "¿y cómo sabes a ciencia cierta que no te está engañando?" Y tú no lo sabes, pero lo sabes. Y cuando alguien te hace esa pregunta le das la vuelta: ¿cómo sabes tú que tu pareja, la que ves todos los días, no te está poniendo los cuernos? La confianza es la confianza, y la distancia es la distancia.

6. Las disputas. Son muchas y muy duras. Imagina que tienes un malentendido por Whatsapp con un amigo. Quedáis y lo arregláis. Vosotros o vosotras no tienes esa posibilidad de reconciliación cara a cara, y teniendo en cuenta que por Whatsapp hasta un solecito puede parecer ofensivo, fíjate.

7. Vale, esta parece obvia, pero siempre hay alguna mente iluminada que cuando se entera de que estás manteniendo una relación a distancia va y te pregunta: "¿y no os echáis de menos?".
Claro que no, estar a cientos de kilómetros de la persona con quien quiero compartir mi día a día es absolutamente fantástico.

8. Mucha gente no te va a apoyar. "¿Por qué no la dejas y sales con una persona que esté más cerca de ti?". Guau. ¿De verdad te están animando a que tires por la borda una relación sólo porque no es sencilla? Y tu te quedas como: Es cierto, voy a dejar a la persona de la que estoy enamorada por otra, basándome únicamente en su ubicación geográfica. Deberías escribir un libro sobre el amor.

9. Es muy duro que muchos de los que opinan así lo hacen porque son tus amigos y no quieren verte sufrir. Pero sabes que a veces están muy fuera de lugar cuando mantienes una relación monógama.  "¿Por qué no le pones los cuernos? Si no se va a enterar." Muchas personas parecéis realmente interesadas en que los demás cometan una infidelidad. Tal vez deberíais preocuparos por vuestra propia relación.

10. El miedo. Miedo a todo. Miedo a que la otra persona conozca a alguien nuevo. Miedo a no saber cuándo os volveréis a ver. Miedo a que vuestra independencia se haga tan fuerte que llegue el día en que no os necesites nunca más. Y son miedos reales, no fobias de Tumblr inventadas para problemas que todos tenemos.

Aún con todo, si mantienes una relación a distancia, sabrás mejor que nadie que bien puede tener diez o más contras, pero esa persona es un mil a favor.